El Sábado 23 de Marzo comenzaba muy
temprano. A las 8 de la mañana, la Plaza Mayor de nuestra ciudad era ya un
hervidero de personas venidas de todas partes de la provincia. Esos primeros
minutos de la mañana eran un trasiego constante de autobuses, músicos, fieles,
espectadores... Nadie
quería perderse una cita tan especial. Ni siquiera la fina
lluvia que en esos momentos hacia acto de presencia en la capital.
El Capataz midiendo a los Banceros |
La Cruz de los Jóvenes frente a nuestra Talla |
Sin embargo, fuera, continuaba lloviendo. Tanto Javier Millas como Alberto de Leon, Secretario y Depositario de la Hermandad respectivamente, y representantes en la organización del Vía Crucis, acudieron a la reunión que se produjo a las 8:45 en el interior de la Catedral. En ella se decide retrasar el traslado media hora, hasta las 9:30. Sin embargo, y aunque a esa hora seguía lloviendo, todo apuntaba a que a lo largo de la mañana las previsiones iban a mejorar y el sol iba a lucir. Es por este motivo que se toma la decisión (acertada como se vio a posteriori) de realizar el Vía Crucis en el interior de la Catedral, y posteriormente, si el tiempo mejorase, iniciar el Traslado.
Salida de la Catedral |
Como se esperaba, tras
el Vía Crucis, mejoraron las previsiones, asíque se decidió salir y empezar el
traslado, que resultó también brillante como no podía ser menos. La salida de
la Catedral a una Plaza Mayor llena de público era un magnífico presagio. Nuestra
Hermandad lo hizo a los sones del Himno Nacional interpretado por una
Banda de Música de Villalpardo que estuvo perfecta a lo largo de todo el
recorrido. Ya en la Plaza Mayor y tras el saludo con la Imagen de Ntra. Sra. de
las Angustias, se iniciaba el descenso con los acordes de Mater Mea para
disfrute de los banceros que casi mecían a la Talla.
El traslado se
desarrolló con una temperatura agradable y con el tímido sol
que se asomaba de vez en cuando entre las nubes. Esto hizo que hubiera
numeroso público en varias zonas del recorrido como San Felipe Neri, las curvas
de la Audiencia o el Puente de la Trinidad.
Pasando por delante de nuestra Sede |
La comitiva llegaba a la
parte baja de la ciudad y nos acercábamos a nuestro destino final, situado en
el Parque de San Julián, donde se vivieron instantes muy emotivos con la
llegada de cada una de las Tallas mientras se iba anunciando por megafonía y se
enumeraban diversos datos históricos y curiosidades. Un emplazamiento, sin duda
histórico. En lo que a nosotros respecta, ver al Amarrao desfilando por el Parque es algo que
forma ya parte de la historia y que es realmente inolvidable.
Desfilando por el Parque de San Julián |
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